lunes, 29 de septiembre de 2014

INCANDESCENTE | Poema N#11



INCANDESCENTE

Me siento como un cigarro desbaratado a medio prender

Como si estuviese en un carro sin techo a punto de llover

Mientras las primeras gotas caen deprisa sin apurarse. Y el viento me da en la cara como un mal aliento de mañana

Las mañanas no esperan el contacto gris de tu mirada. Aunque me sigas mirando se convierten en cenizas de la nada

Y sigo esperando las nociones de lo que ves y alguna vez dijiste

Pero en realidad las agujas no llevan bien el conteo

El blanco y negro fueron sólo un recuerdo

Como un flash fundido de una cámara

Pero a la vez se paralizan las mañanas

Y la luz incandescente se torna inmóvil por más de mil años

Mil años en menos de seis meses prometidos

Una vida juntos. ¿Acaso somos niños?

No hay recuerdos de libros en blanco.

Pero los negros y los contraltos resuenan como gotas de blancas en una partitura muerta

Y sigo escribiendo las canciones sonadas

Pero ningunas me llevan al mañana. Sólo me quedo solo.

En un rincón sin tiempo al que el tiempo se lo llevan las miradas

Y el humo del pasado retuerce el pulmón del mañana

Donde un recuerdo que fue será siempre

Y las tardes recordadas darán paso a la muchedumbre

Aquella que me hizo recordarte hoy. Hoy y mañana, hoy y siempre.

Y el futuro retuerce. Pero la mente rebana.