INCANDESCENTE
Me
siento como un cigarro desbaratado a medio prender
Como
si estuviese en un carro sin techo a punto de llover
Mientras
las primeras gotas caen deprisa sin apurarse. Y el viento me da en la cara como
un mal aliento de mañana
Las
mañanas no esperan el contacto gris de tu mirada. Aunque me sigas mirando se
convierten en cenizas de la nada
Y
sigo esperando las nociones de lo que ves y alguna vez dijiste
Pero
en realidad las agujas no llevan bien el conteo
El
blanco y negro fueron sólo un recuerdo
Como
un flash fundido de una cámara
Pero
a la vez se paralizan las mañanas
Y la
luz incandescente se torna inmóvil por más de mil años
Mil
años en menos de seis meses prometidos
Una
vida juntos. ¿Acaso somos niños?
No
hay recuerdos de libros en blanco.
Pero
los negros y los contraltos resuenan como gotas de blancas en una partitura
muerta
Y
sigo escribiendo las canciones sonadas
Pero
ningunas me llevan al mañana. Sólo me quedo solo.
En
un rincón sin tiempo al que el tiempo se lo llevan las miradas
Y el
humo del pasado retuerce el pulmón del mañana
Donde
un recuerdo que fue será siempre
Y
las tardes recordadas darán paso a la muchedumbre
Aquella
que me hizo recordarte hoy. Hoy y mañana, hoy y siempre.
Y el
futuro retuerce. Pero la mente rebana.
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