lunes, 16 de diciembre de 2013

CARTA ENCONTRADA EN EL BOSQUE - Relato Corto N#9


CARTA ENCONTRADA EN EL BOSQUE

   Me acuerdo cuando Samanta hablaba, no paraba de gritar diciendo que su novio vendría a salvarla..., pobre ingenua.

   Me pregunto cómo lo iba hacer, digo, estando en un sitio abandonado a más de 700km de la ciudad.

   Pero esas son sandeces, cosas que no debería contar...

   Yo la amaba, velaba por ella siempre, desde la secundaria. Me encantaba verla sonreír, me encantaba oírla reír, decir cada cosa con emoción. Pero claro, yo era sólo su amigo, su mejor amigo, ¿qué más decir? Es otra historia cliché de amor no correspondido.

   Yo no contaba con que mis pensamientos se salieran de control después de un tiempo y todo derivara a una obsesión, aunque eso sigue siendo cliché. Me importa un comino.

   Le dije dulcemente cuando la llamé a su ventana “Samanta, vamos”. Ella bajó y preguntó adónde iríamos, yo le dije “a un sitio especial”. En realidad yo pensaba confesarme y dejarlo todo por la paz, pero una vez más, mis pensamientos se salieron de control.

   La dejé inconsciente después de tocarle un punto de presión en el cuello; yo sólo me limitaba a observarla, de pies a cabeza; a abrazarla.

   “Esto no tiene por qué ser así” Me dijo ella, luego de encontrarse amarrada en un sitio desconocido.

   Yo miraba al suelo, todo el tiempo miraba al suelo mientras ella hablaba. De un momento a otro me la quedé mirando fijamente.

   Sentí cómo sus latidos se iban haciendo más rápidos con cada paso que daba hacia ella, eso me ponía, no puedo negarlo.

   Cuando toqué su carita delicadamente, tomé fuerzas y le dije lo mucho que la amaba. Pero ella sólo lloraba, no puedo culparla, no sabría lo que pasaría más adelante, la incertidumbre la hacia llorar.

   Fue entonces cuando vio un cuchillo guindado en mi cintura, se puso histérica, pataleaba, gritaba, lloraba.

   Utilicé ése mismo cuchillo para cortar la soga que la ataba, abrí una diminuta herida en mi mano y otra en la suya, la tomé de la mano, y le dije que se tranquilizara.

   Llegamos a cierto sitio, y la miré frente a frente, mientras sentía cómo la sangre destilaba de ambas manos, juntas, juntas para siempre...

   Y una y otra vez seguí repitiendo palabras en mi cabeza, no sabía por qué lo hacía, simplemente frases, recuerdos, unos tras otros. Una lágrima cruzó por mi mejilla.

   Le dije, “no utilizaré esto más”. Mientras lanzaba lejos el cuchillo que sostenía en mi otra mano; noté que ella lanzó un suspiro de alivio.

   Éstas palabras las escribo mientras ella aún está a mi lado.

   En unos momentos saltaremos al acantilado de al lado.

   Oh, creo que ella leyó eso, se está asustando.

   Te amo Samanta.

Por siempre juntos.

sábado, 12 de octubre de 2013

FALSO ESCAPE

FALSO ESCAPE

Relato Corto N#9

- ¿Qué haces, chico?

    Este hombre se acercó a mi, casi un anciano, de cabellos canosos y un acento español bien marcado.

- Pues señor, simplemente estoy sentando, pensando.

- Ya veo, pero en realidad me refería a eso. - Dijo mientras señalaba mi mano derecha.-

- ¿Esto? Esto es un mal hábito, que agarré hace algún tiempo ya. - Decía yo, mientras alzaba mi mano, que sostenía un cigarrillo.-

- ¿Por qué lo haces? ¿Te hace sentir más hombre, más interesante?

    Me sentí un poco incómodo por la pregunta, quizá un poco molesto. Ese sentimiento cambió al ver la mirada del señor, un tanto llena de preocupación; reí un poco.

- En realidad no..., sólo es un mal hábito, un método de relajación barato y factible.

 - Falsa relajación. - Dijo firmemente.-

Lo miré un poco extrañado.

- Lo digo con una base sólida, joven. Por experiencia propia. - Decía mientras sacaba un cigarrillo de su bolsillo, y lo prendía, mientras se sentaba a mi lado, en aquél maltrecho banco de madera del parque.-

- Explíquese.

- Piensa en el hecho de que todos los problemas “se van” en ese preciso momento en que se enciende. Pero al momento de consumirse...

Lo interrumpí

- Tienes que volver a la realidad.

- Exactamente. -Dijo con satisfacción en el rostro.-

- Los problemas no se van, simplemente se pausan. -

- Y al momento de volver, como es evidente, te sientes preocupado de nuevo.- Dijo él.-

- Y de ahí viene la adicción. - Dije, continuando la idea, soltando aquél humo blanco y enfermizo por la boca.-

Y nos quedamos mudos por un largo rato mientras se consumían lentamente los cigarrillos.

martes, 24 de septiembre de 2013

ME GUSTA | Monólogo N#12

ME GUSTA

    Me gustan los ambientes medio grises, esos en los cuales pasas el día entero con guantes calentitos puestos, cuando tu aliento simplemente se ve al respirar y parece humo de cigarrillo; me gustan los ambientes grises, esos en los cuales el aire es húmedo a causa de una llovizna continua que viene acompañada de raros llantos de risa en otro contorno más allá de lo imaginativo, más allá de lo que de verdad estoy pensando.

    Me gusta ver ese hilarante y hermoso vaivén en tu forma de caminar, que demuestra esas lindas curvas que sólo tú tienes, la pureza en la maldad. ¿Pero qué estoy diciendo? Aunque ya se acabó, aún lo veo así.

    Me gusta el color de tus labios delicados con ese pequeño color rojo y tenue en ellos; son carnosos, y cuando los toco con los míos o a veces los muerdo siento que el mundo se va de repente, que estoy sentado en una especie de vacío espacial donde no hay tiempo pero sólo estrellas, desafiando toda lógica igual que una energía estúpida creada de una imaginación de un eterno niño que nunca muere.

    Me gusta la risa de esos días tanto como el llanto.

    Me gusta escribir, versos, líneas o simples frases; me gusta escribir porque cuando lo hago te imagino, y a la vez te escribo a ti. Me gusta escribir porque cuando te escribo siento que no morirás y te quedarás viviendo conmigo entre todas mis líneas, eternamente, amándonos aunque ya no sea el sentimiento mutuo, en el “mundo real”, claro.

    Me gusta pensar que lo real es irreal y que al derecho es al revés, pensar en todas direcciones y al mismo tiempo sin un rumbo fijo, sólo pensar hasta sangrar la mente sin algún destello de cordura, sólo imagino y pienso acerca de todo hasta que duele y las lágrimas salen; pero las lágrimas no son más que la sangre que destila de la herida en esa misma imaginación.

    Me gusta hacer música, porque así no sólo vives entre textos sino también entre melodías, quizá como una simple frase, estrofa o coro, o como parte completa de la canción. Una canción dedicada a tanto pero tan poco tiempo.

    Me gusta el hecho de que aunque me resigné a olvidar, también me resigné a que será difícil, por lo tanto, disfrutaré estos últimos tiempos mientras aún te amo.

Me gustas.

Tú me gustas. “Mucho, mucho, mucho.”

miércoles, 4 de septiembre de 2013

CICLO | Monólogo N#11

CICLO

    Una vez son dos veces, a las vez tres. Cuatro en un ciclo; ciclo de cuartos, en idiomas distintos. Partes de un reloj en un sitio distinto velando de cerca los ciclos infinitos; una son dos y tres a la vez, cuatro si acerca y cinco al revés. Contar hasta diez al parecer cinco y seis, esperando hasta el ciclo del tiempo otra vez. Engranajes vacíos de tiempo al revés, adentro y afuera, contando otra vez; ciclo infinito, repetido una vez, dos veces y al final tres. Cuatro de un ciclo y ciclo de dos, el par y el impar son del perdedor, cinco y tres son del ganador, el ciclo infinito otra vez se repitió. Historias contadas y otras sin contar, se repiten y buscan otro final, hasta llegar al que puede pasar; ciclos inversos se van de lugar. Arena perdida, que muestra el tic tac de una aguja vacía mostrando dos más; rimas perdidas como el mismo reloj, mostrando una vez lo que el ciclo vació. Y comienza otra vez la perdición, el ciclo sin fin que nunca terminó; mostrando historias que no se sabrán y otros que al dos y al tres repetirán. Cinco vacío, el diez ganador, la serpiente murió. El ciclo infinito ya se terminó.

martes, 27 de agosto de 2013

KATHERINE | Relato Corto N#8

KATHERINE

    Yo tenía quince años, no tenía tamaño, para aquella mujer adulta de 22 años. Aquella que se acercaba acechando con sus labios el momento en que yo pusiera mi lado flaco; en aquél momento no es cuestión de un engaño, ella realmente vino y me tomó de la mano; me preguntó dulcemente: “¿Cómo te llamas, majo?” A lo que yo contesté: “Damián es mi nombre, un nombre de fiel esclavo”. Parecía española, pero con acento italiano, quizá de padres burgueses con un gusto refinado; ella rió de repente y me preguntó “¿Por qué esclavo?” yo sólo dije: “Así creo, pues no es el nombre de un santo”.

    Pareció interesarse en mi rareza, y me haló fuertemente del brazo, me dijo “me llamo Katherine” y me dio un beso en los labios. No sabía lo que hacía, la acababa de conocer; pero sólo un beso bastó para caer fervientemente a su pies.

    No me dejaba ir, no me dejaba saber, cuándo era de día o cuándo el anochecer. Simplemente supe que estaría bien, pues mi mente se retorcía cuando apenas la podía oler; no salía con mis amigos, a mis padres dejé de hablar. Todo por esa canalla que mi mente empezó a malograr; con unas simples caricias, con unos simples “te amo”. Fueron lo suficiente para que me convirtiera en una especie de desquiciado.

    Todo lo hacía por ella, con un sólo significado: El de darle una sonrisa, esa que tanto me ha gustado.

    Pero ahora todo ha pasado, ya no tengo quince años; ahora tengo 23 y ella está aún a mi lado.

lunes, 29 de julio de 2013

AMBIENTES EXTRAVAGANTES | Monólogo N#10

AMBIENTES EXTRAVAGANTES

    No sé si soy el único al que le pasa, pero hay un ambiente melancólico en el aire. De esos que están en blanco y negro..., de esos a los que se lleva el viento. O aquellos que se mantienen perennes como incienso, de aquél que va y viene en olores extravagantes y síntomas extraños entre tus sentidos; lo hueles, saboreas y escuchas.

    Es ese sentimiento que va y viene como una soledad egoísta pero al mismo tiempo hilarante, lo que quieres y no quieres. Tan o menos agradable que presenciar una muerte dada a una vida recién llegada por algún desquiciado pervertido bueno para nada, como esos que salen siempre en las películas de falso documental, que la mayoría son de horror o terror, por supuesto.

    Aunque no hay mucho por decir, puede ser que yo sea otro pervertido más, pero con un toque más literario, escribiendo textos subliminales para hacer un suicidio masivo, una catástrofe de proporciones bíblicas, o más.

    Me río de la gente que a veces cree que no hay maldad dentro del mundo, pero eso es una frase al azar, no tiene nada que ver con éstas líneas sobre la extraña y ególatra melancolía.

    Pero es así, como tiene que ser, como debería ser, como será. Aunque no lo sé.

    Vamos a opinar de la arbitrariedad de las personas como yo, quienes cambian cosas al azar, a su antojo y preferencia sin pensar en las consecuencias que podrían traer para sí mismos o para otros. ¿Qué dirán con respecto a eso?

    -¡Estúpido!

    -¡Arrogante!

    -¡Falta de respeto!

    -¡Atrevido!

    -¡Correcto!

    Y todos en el público lo miran con una cara extraña, señor, denos una explicación.

    -¿Por qué no redactar nosotros mismos nuestras propias decisiones tomando la pluma del destino y trazando a nuestro antojo en vez de dejar a otro que lo haga?

    La opinión deja a los cercanos con la boca abierta, hay mucha razón en ello, de eso no hay duda, pero sin embargo ahí está la conclusión: Un estúpido y arrogante falta de respeto que es atrevidamente correcto.

    Y como siempre otro final sin sentido, o sólo palabras al azar. O sólo un texto que pocos entenderán.

Pero bueno, querido escritor, ya llegó la hora de que pongas al lector a pensar.

jueves, 18 de julio de 2013

ENTRE LIBROS | Monólogo N#9

ENTRE LIBROS

    Si pudiera pasar mi vida entre libros, entre textos inacabables.

    Si pudiera hacer de cada día una historia, una nueva página; nuevos conocimientos vienen con cada palabra, con cada expresión. Nuevas lágrimas vienen anhelando un futuro y una historia mejor.

    ¿Qué es lo que hace tan buena la literatura? ¿Qué es lo que hace tan bueno el saber? No lo sé. Quizá es el aprender, el saber que sabremos más; la intriga de no saber lo que pasará, y que la historia puede girar apenas la página avance.

    Pues sí, así es, entre libros todo se puede, entre palabras todo está, entre textos que vienen y van. Ideas que se forman y otras que se terminan, universos enteros sólo escritos. Magia entre cada acento, coma y punto final. Y todo eso sin saber si de verdad continuará.

    ¡Pero toda historia tiene una continuación! Así es; la literatura es como el agua, un eterno elixir que nunca se acaba..., y si el agua se acabase algún día, la literatura no lo haría, pues, entre versos y párrafos al agua resucitaría. ¡Todo en vastos universos, infinitos como ellos mismos!

    Son ideas y sólo ideas, son palabras y sólo palabras, o quizá, son más allá de una expresión silabaria. Un amor de páginas y más, un universo que jamás acabará.

Entre libros, así será.

martes, 16 de julio de 2013

DE NUEVO | Monólogo N#8

DE NUEVO

    Calma, esa extraña calma que nos abraza. ¿Qué es? ¿Qué significa? No podemos estar seguros. ¿Será esto la calma antes de la tormenta? ¿O es el simple hecho de no estar a acostumbrado a lo bueno? Siempre pasan las peores cosas al rededor, nunca estamos tranquilos. Estamos rodeados de hipocresía, de falsedad, de intenciones ocultas..., tanto así que, cuando algo bueno pasa, siempre desconfiamos.

    ¿Qué pasará de ahora en adelante de verdad? ¿Cuáles son las cosas que de verdad pasarán? ¿A veces, será, que mi mente juega conmigo mismo? Quizá son simples fantasías. Sí, puede serlo; la verdad es lo más probable.

    Estoy muy acostumbrado a sufrir, estoy muy acostumbrado a fallar. O estamos, quizá. Han llegado los buenos tiempos, sin embargo, no puedo controlar toda esta inseguridad que tengo encima..., esta inseguridad que me traen los malos recuerdos.

    Esta inseguridad del "¿Qué pasaría sí...?". Es el no saber, o el sí saber todo pero querer saber más; es buscarle las cincos patas al gato, como dice el refrán de los abuelos. Es pensar cosas que no son y que no están, y que aún así sabiendo que no son, dudar.

    Dudar, el eterno problema.

    La duda, el eterno dolor.

    ¿Ahora qué pasará con mis pensamientos? ¿Qué pasará con mi mente? ¿Qué pasará con todos estos recuerdos?

    -Suprímelo todo, empieza de nuevo.

    ¿Esa es la respuesta?...

La tomaré.

viernes, 12 de julio de 2013

COPIAS | Monólogo N#7

COPIAS

    Suelo ver el movimiento incansable de las luces decorativas, esas que están siempre en las discotecas o cualquier antro de mala muerte, para darle una acentuación un tanto elegante y nueva a algo que no sirve para nada más que la indecencia.

    ¿Qué hay? Ese olor a humo de cigarrillo nauseabundo de mala calidad, indecente como él mismo. Ese olor a la infamia que recorre con extenuación y falta de respeto las venas, las bocas y las narices de las personas de alrededor.

    Y estoy acá, solo. Rodeado de gente todas iguales entre sí, sin una pizca de respeto hacia sí mismos. Atacando a las féminas cual "presa fácil"; entre estas mismas también está la infamia, la indecencia, la muerte del ser y del amor a uno mismo.

    Es como meterse en medio un fuego inacabable, tiempo tras del tiempo, pasando en generaciones, siempre habrá ésta clase de gente idiota entre nosotros. Estos que se destruyen la vida pensando que simplemente al fumar están siendo los mejores, que metiéndose en la infamia serán los más malos...

    Sí, yo fumo, pero porque así lo decidí yo, no porque sea una estupidez puesta por la sociedad para ser "más malo e interesante". Que se jodan todos los que tienen ésta ideología.

    Es increíble verlos, tal como si fueran monos, que no están conscientes de lo que son ni de lo que hacen, pensando que los que son diferentes de ellos son los que están mal, que están locos.

    ¿Y si el loco fuera el sabio? ¿Y si el supuesto raro y diferente estuviera consciente de lo que ellos no? Consciente del amor, consciente de las mujeres realmente decentes. Conscientes de la pasión verdadera y de las miradas ajenas a todo este atroz mundo lleno de copias de unos y otros.

    Sólo puede haber una conclusión para todo esto. ¿Saben cuál es?

    Váyanse todos a la mierda; me voy a dormir.

Chao.

martes, 9 de julio de 2013

¿SÍ O NO? | Monólogo N#6


 ¿SÍ O NO?

"Tómate un refresco y pasa el rato."

    Son las palabras más cínicas y despreocupadas que dije alguna vez.

    ¿Qué opinas de eso? Es como viajar en un campo de materia infinita y repetitiva. Jamás va a haber un final y siempre vas a estar viendo los mismos escenarios a través de la ventana de tu vehículo.

    Aunque probablemente sean las palabras más divagantes que has leído, para mí tienen todo el sentido del mundo.

    De lo que está dentro del ser mismo, y lo que desaparece y/o desvanece.
¿Cómo puedes saber si estoy en lo correcto? ¿Acaso entiendes algo de lo que estoy diciendo? Lo más probable es que no.

    Siempre digo cosas sin sentido que sólo un loco atado puede entender. ¿Por qué no estoy yo atado? Otro misterio sin resolver.

    Otro misterio a ser resuelto por el Inspector Gadget. Ah, aquél viejo idiota de las caricaturas de la infancia. ¿O por qué no un caso para el Detective Conan? ¡Válgame si me olvidé del pequeñín! De diecisiete años encogido como si tuviera sólo ocho. Vaya mala suerte la del chico.

    Aunque bueno, todos tenemos mala suerte, algunos muy grande, otros muy pequeña. Y de varios puntos de vista.

    Quizá la vida misma para algunos sea la mayor desgracia y mala suerte en todo el mundo.

    Los puntos de vista, la cuestión más jodida y horrible que pueda existir.
Por eso siempre doy dinero a las personas en las calles. ¿Qué puedo pensar? Quizá la droga para ellos sea más necesaria que un bocado de alimento.

    Es ser o no ser como dijo Shakespeare. Aunque a algunos no les gusta el tan nombrado y sobrevalorado autor. ¡Pero es verdad! Já, amén del que esté de acuerdo conmigo.

    Pero por supuesto, no podemos pensar en lo que más nos duele o les acongoja a otros. Porque nos da miedo a nosotros mismos. ¡Patrañas! Diría un viejo y moribundo Ebenezer Scrooge.

    Pero es la verdad, señor Scrooge.

    Uno no puede ocultarlo todo por mucho tiempo, igual que usted la manera en que mató a su amigo Marley, para robar su dinero. ¿Marley se llamaba? Ni recuerdo, cada día estoy más olvidadizo, ha de ser la edad.

    Pero simplemente las respuestas vienen y van como he dicho yo mismo anteriormente. ¿Qué puede pasar? ¿Qué puede haber? "¿Cuál es la respuesta?" Y eternos "No sé" embriagan las nociones de cada uno.

    Al final es como dejarse caer en un abismo sin fondo, envejeciendo esperando tocar el suelo para acabar con tu propia miseria. Pero no, no todos tenemos una suerte como esa.

    Lo único que faltaría sería hacer una última pregunta, o varias como quién dice. Já.

    La cuestión es, señor. ¿Se puede o no se puede? ¿Cuándo o dónde? ¡Enemiga total de las preguntas! ¡Y risas y llantos al rededor de sus respuestas! Y carcajadas cínicas por parte del más loco.

¿Sí o no?

lunes, 8 de julio de 2013

LAZOS | Relato Corto N#7

 LAZOS

    La familia Vargas vivía en una pequeña casa un poco alejada de la ciudad; todas las mañanas iban en busca de agua en el estanque cercano, y a mitad de mañana siempre iban por algunos víveres hacia la ciudad.

    La familia estaba constituida por el padre, Maximiliano Vargas; una difunta madre, la cual llevan en la memoria siempre con gran regocijo, y hacen como si nunca hubiera muerto, Katherine Vargas; y tres juguetones niños, Carlos, Lucía y José Vargas.

    A Lucía, (la de en medio), le encantaba ir a la escuela, era uno de los sitios donde más le gustaba ir, y siempre iba empujando a sus dos hermanos para ir también; no todo el mundo estudiaba por aquella época, sólo los de clase más alta, por eso era un privilegio para ellos, siendo de una clase baja, estar estudiando.

    Carlos, (el mayor) siempre disfrutaba de llevarse una pequeña radio a la escuela, así podía sintonizar sus programas favoritos con sus amigos luego de cada clase. Eso para él hacía la escuela menos aburrida y podía disfrutarla con más facilidad. Una vez rompieron su radio, unos bravucones de un año mayor, aunque mala suerte..., sintieron la furia del puño de Lucía. Al final, los bravucones le regalaron un radio nuevo a Carlos.

    José, (el menor), era el más callado de los tres, casi no tenía amigos. Sólo uno, otro pequeño niño como él, de su misma clase. Siempre inventaban las mejores historias y cuentos, ideaban planes extraño en todo momento y siempre les gustaba pensar que algún día irían al espacio.

    Un padre amoroso, una madre muerta, y tres niños juguetones. A pesar de la muerte de su madre, ellos eran felices, no les faltaban las necesidades primordiales, pero tampoco podían cumplirse algunos pequeños caprichos. Todos sabían que lo que había era lo justo, pero sólo eso les bastaba (como dije anteriormente) para ser felices.

    Pasaron los años, los niños crecieron, y ahora eran unos adultos jóvenes. Carlos optó por no seguir estudiando, así que empezó a trabajar; montó su propio negocio y ahora era uno de los principales empresarios de una empresa de tecnología.

    Lucía siguió estudiando, eligió la carrera de medicina, la cual ya estaba cursando su último semestre. Un poco de sangre por aquí y por allá, no le causaba ni el más mínimo asco, con tal de poder ayudar a los demás todo estaría bien, así pensaba ella.

    José estuvo estudiando luego, una carrera aburrida de esas que estudias por salir del paso; sin embargo lo dejó a penas pasaron los meses y se dedicó a lo que realmente quería: el cine. Se convirtió en uno de los directores de cine más famosos de la época, y, por supuesto, tenía a su rival y amigo de toda la vida, el mismo pequeñín con el que se juntaba para idear planes extraños y descabellados en su infancia. Eran los más grandes de la época, hasta incluso hicieron una divertida producción juntos. ¡Vaya que bien!

    Todos recibieron un llamado de improvisto, “El señor Maximiliano ya no está entre nosotros” Decía la voz del teléfono. Todos tristes por su partida, mientras mares y mares de lágrimas se iban; volvieron a su ciudad natal arreglaron todo, y enterraron a su padre junto a su madre. Pusieron el retrato de su padre al lado del de su madre. Todos lloraron nuevamente, se abrazaron fuertemente diciendo que se querían más que a nada, y prometieron estar en contacto más de ahora en adelante, por la familia. Intercambiaron sus números de teléfono y se dieron mutuamente sus direcciones para mandar cartas. Todos se fueron.

    El único que quedó allí fue el menor, José. Ideó una historia digna de seis premios Óscar allí, frente a los retratos de su padre y madre. Una obra de horror, aventura y misterio; tiempo después la hizo, dirigió esa película con toda su alma, con todo su empeño, y al final, quedó una obra maestra. Y efectivamente, ganó seis premios Óscar.

    Los años pasaron, los hermanos envejecían. Todos ya tenían una familia propia formada. Carlos y una supervisora de la empresa. Lucía con un abogado que había conocido en una fiesta de gala, y José con una actriz que frecuentaba participar en sus películas. Todos tres ya tenían hijos, y los criaron de la misma forma como su padre, el gran Maximiliano, los crió.

    Siguieron pasando los años, los niños de los hermanos crecieron, eran muy unidos. Dos periodistas, una odontóloga y dos empresarios. Un músico y un escritor. Todos orgullosos de su descendencia, los veían con alta estima cada vez que salían de casa, todos ya eran unos profesionales.

    El tiempo pasó, ahora los hijos de los hermanos tenían su propia familia, y ellos criaron a sus hijos de la misma forma que hicieron sus padres. Carlos murió, se fue quedando dormido en su silla mientras leía un periódico, y vio a sus padres, tomo sus manos, y se transformó de nuevo en el niño que era. Se fueron caminando juntos de las manos.

    Pasan los años y luego se va el pequeño José, oh, José. Dejando un legado que lo haría inmortal, y su recuerdo perduraría eternamente entre la gente al ver sus películas. Murió al lado de su esposa, igual ya muerta, dejando atrás un último manuscrito que fue dirigido por uno de sus hijos. Mientras cerraba los ojos pudo detallar las siluetas de su amada, de su hermano Carlos y de sus padres. Y así se fueron todos juntos tomados de las manos.

    El tiempo ya avanzó bastante, quedaba sólo Lucía, ahora una dulce abuela de unos ochenta y seis largos años, aún esbelta como solía ser en su juventud. Visitó algunos lugares acompañada de sus queridos nietos, la consentían y la querían de una manera inmensa. Un día llamaron al teléfono, noticias recientes. Lucía lo colgó al cabo de unos minutos y soltó una que otra lágrima: “La casa donde vivían antes se vendió”. No eran para menos sus lágrimas, allí se encontraban los más gratos recuerdos.

    Un día Lucía estaba sentada, y oía tras de sí un pequeño alboroto, sin embargo, cuando volteaba, no había nada. Y así durante un largo, hasta que sintió unas piedritas que le lanzaban, no muy fuerte..., eso le recordaba a la infancia, justo como Carlos la fastidiaba... ¡Ay, Carlos! Pero si Carlos ya no estaba. Pegó un brinco hacia atrás y estaba Carlos. “¿Cómo estás hermanita?” Le dijo un pequeño Carlos de niño. Ella se sentó y empezó a hablar con él, de todo lo que había pasado con su casa. De repente, de la nada, apareció José, quien abrazó a su hermana. Se quedaron charlando y riendo un largo rato, hasta que ambos le dijeron a Lucía. “Toma nuestras manos y ven con nosotros”. Ella obedeció, y al momento de pararse era una niña de nuevo. Salió corriendo con sus hermanos y se encontró con su padre. Él los acompañaba. Luego de eso, simplemente vio a alguien que quería ver desde hacia mucho tiempo. Allí estaba la señora Katherine, esperándola preparando una deliciosa cena, y todos se sentaron a comer y a celebrar el estar juntos de nuevo.

    Las lágrimas de la vida se reunieron de nuevo en la muerte, ahora demostrando un regocijo completo de morir. Ah, la eterna vida tras la muerte...

jueves, 4 de julio de 2013

RESPUESTA | Monólogo N#5



 RESPUESTA

¿Y si en realidad nunca muriéramos? ¿Y si en realidad después de la supuesta muerte siguiéramos vivos? ¿Qué pasaría? Siguiéramos tal y como estamos, sólo que traspasando paredes cual fantasma de historia de terror barata.

-¿Es tarde para hablar? -Pregunto.-
-No lo es.
-¿Es tarde para decir “lo siento”?-Pregunto.-
-Quizá no.

Luego de tantas preguntas. ¿Cuáles respuestas son verdad y cuáles son mentira? ¿Moriremos algún día? ¿Moriré yo algún día? No sé.

-No sé.
-No sé.
-No sé.

“No sé”. Es todo, una palabra abstracta. ¿Muerte? No sé. ¿Por qué siempre tengo tantas preguntas? ¿Por qué la vida está llena de incógnitas?

-No lo sé; me declaro enemiga total de las preguntas.

¿Por qué tal enemistad? Pensé primero que era muy infantil. Me reí mucho, después lloré. ¿Moriré?

-No sé.

¿Por qué todo es así? ¿Por qué tantas preguntas? Repetitivas como siempre lo fueron, cansantes, agobiantes, obstinantes.

-No sé.

¿Esa siempre será la respuesta a todo? Como escuchar un disco rayado dentro de una grabadora dañada. ¿Podrías matarme?

-No.

Oh, una nueva respuesta. Esto es tan extraño..., ¿Por qué?

-Porque te amo.

Respuestas que aceleran el corazón, palabras profundas manchadas y disfrazadas de superficial sequedad y frialdad de cicatrices del pasado.

-¿Qué pasado?

¿Por qué ahora preguntas sobre “pasado”? No, no estoy hablando de “ese” pasado. ¿Qué pasará?

-No lo sé.

Hemos vuelto a las respuestas repetitivas, a la rutina del café por las mañanas acompañado de un “buenos días” lleno de la misma frialdad. ¿Cuál es la solución?

-..., Tiempo
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martes, 18 de junio de 2013

Cortometraje N#1: DEATH (Proyecto Final de Inglés)

      Buenas, queridos lectores (y pc-videntes). Hoy les traigo a mostrar mi primer cortometraje, mi primer trabajo en el ámbito del cine (los sueños se cumplen). ¿Qué esperan a verlo? ¡Aquí está! ¡Disfrútenlo!

viernes, 14 de junio de 2013

VIDA, MIEDO, TRISTEZA | Monólogo N#4

Tristeza que nos abraza...
VIDA, MIEDO, TRISTEZA

    La tristeza es un miedo, el miedo es una tristeza, la vida es tristeza, la vida es miedo. En el miedo hay vida, como en la tristeza hay muerte. Pero las dos embriagan vida, como el pensar de un demente..., ¡Cuanta belleza en el sentir de la tristeza! Que simplemente agarra y besa el miedo con su dolor. Dolor desde el profundo del pecho, pasando por los pulmones llenos, respirando aire sucio de tristeza sin razón..., y que desmigaja el pensar de la razón. Así como yo la razón de la ilusión, y el mañana que vendrá alguna vez feliz, pues dirá "la tristeza murió..." Aunque sabemos que nunca morirá, pues la tristeza prevalece allí, como una tierna amiga esperando cuidarnos..., cuidarnos tristemente en su regazo.


jueves, 13 de junio de 2013

MÍA | Relato Corto N#6

MÍA

    Te hice mía aquella noche de otoño allá en Gran Bretaña..., en los pastos grandes, bajo la lun
Justo como aullarle a la luna.
a llena de Octubre; mientras los lobos corrían a través de los árboles. 

    Arrabaleros eran, como cual rudo bravucón de barrio; corrían sin cesar mientras el viento les llamaba, y aullaban a su gran Diosa la Luna..., mientras que yo, yo aullaba a mi propia Luna, a mi propia Diosa. Mientras recorría su cuerpo como todos esos lobos a los árboles.

    O el deslizarme por sus caderas como un niño bajando de una colina mientras jugueteaba..., o el besarla como de manera similar que los lobos a sus presas.

    Y era mía allí, con la luna como testigo, y el centenar de lobos aullando en regocijo...

    Sólo..., mía.

TERCO AISLAMIENTO | Poema N#3

TERCO AISLAMIENTO

I

Aislamiento, terco aislamiento

Dentro de una capa de asbesto

II

Aislamiento, terco aislamiento.

Mientras veo el cielo tornarse en negro

III


Aislamiento, terco aislamiento.

Mientras el pan se convierte en cenizas 

y la pobreza nos lleva adentro.

IV

Aislamiento, terco aislamiento.

De una persona marchita en medio de una 

sociedad infinita llena de placeres vanos 

y pensamientos mundanos.

V

Aislamiento, terco aislamiento.

Del estómago contraído por el alcohol divino.

Aislamiento, terco aislamiento.

Del muerto y del alimento.

VI


Aislamiento, terco aislamiento

De las comidas, el acaparamiento.

Terco aislamiento.

miércoles, 22 de mayo de 2013

UN HOMBRE TRISTE | Monólogo N#3

UN HOMBRE TRISTE

    Un hombre triste que deja caer lágrimas saladas en un mar infinito de profundos dolores y 

 agonías que perseveran en lo más largo del pensamiento humano, en lo más largo del 
Imagen basada en "El Cuervo" del gran Poe.
 universo.


   Un hombre triste que vive el día a día a pesar de sufrir la perenne tristeza...

     Un hombre triste que vela por las personas en oraciones profundas compuestas con sudor, saliva y sangre desde lo más profundo de su corazón.

    Un hombre triste que no le teme a la muerte y la recibe como amiga cuando llega a su portón.

    Un hombre triste que refleja sus emociones en melodías y rimas que vienen del alma misma desde otra dimensión..., paralela y desconocida como ella misma, pero que sólo conoce aquél hombre triste que murió y revivió...



 Sí, el hombre triste..., y en su tristeza se fundió.

sábado, 27 de abril de 2013

OLVIDO, NUEVO MAÑANA | Poema N#2

OLVIDO, NUEVO MAÑANA


I

Estoy escuchando música melancólica...

...Quiero un vaso de vino y un cigarrillo.

Entonces me pondría escribir miles de versos sin sentido.

Llenos de amor desenfrenado en medio de sábanas y trapos

Mientras la lujuria atrapa nuestro corazón vano

Y acaricia nuestros sueños con belleza y pasión
.
Y nos brinda un reconfortante abrazo, sin aquél lejano dolor.

II

Se sentirá como la lluvia que cae sobre la tierra

Aquella tierra muerta de un cementerio vacío...

...Donde un muerto olvidado dejan agarrar frío

Pero no un frío físico como el de cualquier vivo

Sino un frío del alma, al caer en el olvido.

III

Aquél que me hace pensar que todo irá mejor.

Aquél que me hace sentir que por fin habrá un adiós

A aquél pasado lleno de remordimiento y dolor

Como si la luna me acurrucara y me cantara una canción

Y así poder dormirme en su dulce pecho hermoso y fino

Y tener un sueño más allá de las tierras del vecino

Y por mucho más allá de la tierra más lejana

Para así poder despertarme feliz y vivir un nuevo mañana.

martes, 26 de marzo de 2013

MEMORIAS DE UN LICÁNTROPO | Monólogo N#2

MEMORIAS DE UN LICÁNTROPO   


    La noche antes de luna llena me quedé despierto y me subí al techo a ver el amanecer..., era tan hermoso que simplemente me ha
cía suspirar de emoción; me hacía recordar aquellos bellos momentos que pasé con mi amada cuando yo era un ser mortal, cuando la pude amar de verdad...


    Hasta ese fatídico día en el que yo, transformado por la luna, con mis garras, la maté..., y a la mañana siguiente desperté llorando sobre su cadáver, pobre, la bella Isabel..., ahora su muerte lloraré...


    Y ahora aquí yazgo sobre este frío techo, esperando verla una vez más, no me transformaré de nuevo a ese ser infernal.
Licántropo


    He de irme ahora y no volver jamás..., con esta bala de plata pondré fin a todo.


    No lloren por mí.


    No lloren mi partida.


    Porque yo ya estoy muerto.... Desde hace mucho tiempo.

sábado, 9 de marzo de 2013

DEMONIO | Relato Corto N#5



DEMONIO


Lucifer
Él viene..., él viene..., el hombre oscuro, el hombre maligno. Él viene, él viene. El que te hará caerte de un brinco. Él viene, él viene, el que te reprende si al final no aprendes. Él viene, él viene. El de colmillos grandes y rugidos feroces. Él viene, él viene. El que desea tu carne, tu vida y todo tu ser. Él viene, él viene. Aquél al que llaman Lucifer.

lunes, 4 de marzo de 2013

A UN RINCÓN DE LA HABITACIÓN | Relato Corto N#4



A UN RINCÓN DE LA HABITACIÓN


Allí, a un rincón.
Ahora mismo quizá estés sentado frente a tu computadora leyendo esto, quizá desde el móvil o tableta, cualquier dispositivo…, tu cuarto está a oscuras y no le prestas atención a lo que hay en él. Te recomendaría que volteases a tu espalda, y divises el sitio más oscuro de tu habitación. ¿Puedes verle? Allí mismo. ¿Puedes verle? Una pequeña criatura, con pies y manos de hombre, y muy peludo. Se ve así. ¿Verdad? Acércate un poco, podrás ver sus colmillos, acércate un poco más, debe tener una cola…, acércate a su rostro, y mira sus horrendos ojos. ¿Le tienes miedo? Quizá no, porque no has volteado a hacer lo que te dije, pero ¿qué se le va a hacer? Tendrá que mostrártelo él mismo, mira hacia atrás de ti.

jueves, 14 de febrero de 2013

EL SUÉTER DE RAYAS | Monólogo N#1



EL SUÉTER DE RAYAS


Me has acompañado en todo momento importante en mi vida, guardas cada historia dentro de ti…, las lágrimas del amor perdido, la felicidad del primer éxito, la idea de una nueva historia, el gusto de un nuevo amor, la pasión de un beso, el dolor del corazón…, dicha y desgracia he pasado contigo, has sido mi amigo desde hace mucho tiempo; no sé qué sería de mí sin ti en este momento. En cada una de tus rayas escondes una historia, una historia que me ha dado en el alma…,  y conmigo lloras, lloras todas las veces que he sufrido, lloras con aquella a la que amé, lloras por el amor no superado, lloras por todos mis sentimientos…, siempre estás conmigo ahí cuando te necesito, puesto sobre mí, para reconfortarme…, y me abrazas con tus mangas largas y con tu capucha para hacerme sentir feliz. 


Suéter de rayas, no sé qué sería de mí sin ti.